Los políticos, ¿nos representan?

Por Elena Herrero-Beaumont

Bianca Thoilliez es profesora en el Departamento de Pedagogía en la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Es investigadora en el área de educación, con una preocupación especial por el desarrollo del profesorado. Borja Sémper es el actual Portavoz de campaña del PP, cargo que asumió a principios del 2023 después de unos años en el sector privado. Anteriormente, fue el portavoz del Partido Popular en el Parlamento Vasco y Presidente del Partido Popular de Guipúzcoa. Borja es, además, escritor. Su último libro, Todos los futuros perdidos: conversaciones sobre el final de ETA, lo escribió junto al político socialista Eduardo Madina.

Bianca Thoilliez comienza el diálogo preguntando una cuestión que siempre aflora en las conversaciones de mesa de muchos españoles: ¿nos representan nuestros políticos? A esta, Sémper responde con una cuestión aún más compleja. ¿Debería ser la clase política, que ha de tomar las decisiones más complejas de una comunidad, un reflejo de la sociedad española, o debería ser mejor y más elevada? Él mismo responde, después de algún titubeo, que sí, que debemos aspirar al ideal elitista de que sean los mejores los que nos representen.

Pero la realidad no es así. Borja apunta a los partidos políticos como la primera explicación de cierta mediocridad que se atribuye a la clase política. Para el político se ha producido «una involución» en el seno de los partidos que hace que sean considerados como un fin en sí mismo en lugar de un elemento pensado para canalizar la representación política. Las consecuencias de ello es que son «endogámicos» y carecen de meritocracia, ya que establecen sistemas de selección donde no asciende el mejor sino el más leal a los intereses del partido. «Cada vez es más difícil que gente de fuera de la política llame a puerta fría para participar en política», asegura Sémper.

Artículo publicado en ethic