En una reciente entrevista para ESYS Talks realizada por Maite Arcos, Directora General de Fundación ESYS, Julio Aranovich, presidente del patronato de Ethosfera compartió su visión sobre la importancia de la ética en la actualidad, destacando la misión de las organizaciones y los retos que enfrentan en un mundo en constante cambio.
“Ethosfera está dedicada a traer la ética al mundo real”, afirmó Aranovich, destacando la necesidad urgente de una voluntad decidida para incorporar la ética en todas las esferas de la actividad empresarial. “Estamos en un momento de crisis cultural, política y social muy grande. Lo experimentamos en los grandes cambios exponenciales—ambientales, bioéticos, inteligencia artificial—que van a una velocidad tal que las brújulas como las conocíamos se han roto”.
La velocidad y magnitud de estos cambios plantean preguntas fundamentales: ¿Qué es lo que está bien y qué es lo que está mal? ¿Qué impacto tiene la decisión que vamos a tomar? Ethosfera se ha comprometido a abordar estos dilemas, trayendo 3000 años de historia y el pensamiento de grandes filósofos para iluminar el camino.
Aranovich también habló de la sostenibilidad, no sólo en términos medioambientales, sino también a la hora de tomar buenas decisiones empresariales que tengan en cuenta el largo plazo. Afirma que la sostenibilidad implica preparación, comprensión y asegurarse de que existen normativas, acciones y opciones adecuadas para afrontar los retos. Para esta preparación, a veces no tenemos más remedio que imaginar los posibles riesgos a los que se enfrenta una empresa. Sostiene que imaginar no es sólo una cuestión técnica, sino una cuestión moral, de principios, por lo que la ética vuelve a resurgir.
En un mundo donde la veracidad es esencial para ser agentes libres en una democracia, la ética surge como un principio fundamental. La digitalización, por ejemplo, ha impactado derechos universales como la privacidad, introduciendo vulnerabilidades debido a la velocidad de cambio. La precisión y confiabilidad de los datos son cruciales para que los ciudadanos puedan participar activamente en una democracia.
Aranovich enfatizó la necesidad de un pensamiento crítico, especialmente en un mundo que es cada vez más complicado, pero tiende a la simplificación del pensamiento. “El pensamiento crítico es multidimensional y complicado. No estamos para simplificar el pensamiento, estamos para complejizar el pensamiento. Más factores, más grados de libertad”.
Las nuevas normativas, especialmente las europeas, exigen proactividad por parte de los líderes empresariales. Esto incluye la diligencia debida desde el principio hasta el final de un proceso, y también la actitud de admitir los errores y corregirlos.
Concluyó diciendo que en Ethosfera “nos gustaría compartir y entrenar a consejos de administración en lo que hemos aprendido de la complejidad del pensamiento crítico. Eso es esencial.”